Editorial

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viernes, 13 de junio de 2014

El educando no quiere golosinas, ¡quiere aprendizaje!.

A veces algunos vicios y prejuicios pueden interferir en la labor educativa, cuando el docente no ha tenido la suficiente madurez para imponer su responsabilidad profesional sobre esos vicios y prejuicios. Acá voy a comentar uno de esos vicios que interfieren en la efectividad de la actividad que lleva a cabo el docente, no sólo en aula, sino también cuando elabora materiales de apoyo para consultar en sus clases.